Imaginemos la siguiente situación. Un conductor ‘A’ circula por una carretera interurbana a una velocidad de unos 70-80 Km. /h con su automóvil. Aunque no llueve, el asfalto esta húmedo ya que ha llovido anteriormente. De repente un cochecito de esos que no es necesario tener el carnet se salta un stop. El conductor del coche intenta frenar, pero al pisar el freno y al haber llovido el coche patina. Ante esto el conductor intenta evitar el impacto a toda costa, sabedor de que el cochecito no resistiría el choque al estar prácticamente parado y dada la poca consistencia de los materiales con que esta hecho, básicamente plástico. Esquiva el coche invadiendo el carril contrario e impactando con un coche que está estacionado en el arcén. Resultado final el conductor en el hospital con una leve conmoción y varias horas en observación y dos automóviles siniestrados (el que estaba en el arcén y el que circulaba por la carretera). El cochecito que provocó el siniestro al saltarse una señal de Stop no ha intervenido para nada en el accidente y en un principio no tienen ninguna responsabilidad, esta se tendrá que resolver en un juicio. Mientras tanto el responsable del accidente es el conductor ‘A’, que verá como su seguro pagará el coche que estaba aparcado en el arcén y como su coche acaba en el desguace.
En caso de que el conductor ‘A’ hubiese simplemente envestido al cochecito nadie hubiera puesto en duda su responsabilidad en el accidente. Seguramente los ocupantes del mismo hubieran sufrido graves lesiones, o incluso podríamos hablar de víctimas mortales. Seguramente el conductor A no hubiera tenido nada más grave que lo que ya tuvo esquivando el cochecito. Y aunque su coche seguramente hubiera acabado en el desguace, cosa que ya hizo, el seguro del otro vehiculo le indemnizaría.
¿Soy acaso yo el único que ve una paradoja en esta situación?
PD: Esto no me ha pasado a mi, pero si a alguien muy cercano.
Bueno, como mínimo no estábamos en casa cuando esta fue allanada. Nadie resultó herido. Estamos todos juntos y bien.
Perdimos unas pocas de nuestras bonitas cosas, pero las cosas no son realmente importantes.
Cuesta creer lo a menudo que nos olvidamos de ello
miércoles, mayo 14, 2008
Paradoja del buen conductor
Publicado por Guillem en 1:56 p. m.
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