Ig nobel

Logo de los premios Ig nobel


Sinceramente he de reconocer que me sorprendió muchísimo la existencia de estos premios. Pero bueno empecemos por el principio. Los Ig nobel (que leído suena como innoble) son unos premios que la revista Annals of Improbable Research organiza y que esponsoriza Harvard-Radcliffe Society of Physics Students y la Harvard-Radcliffe Science Fiction Association. Básicamente son unos premios que primero hacen reír y luego pensar. Se premia a los estudios científicos más disparatados, imaginativos o inútiles de la ciencia, medicina y tecnología.

Premios de este estilo son ya comunes, por ejemplo los Razzie (los antioscars), pero en ellos los premiados no suelen aparecer a recoger su “merecido” galardón. Lo que me sorprende es que en la ceremonia de estos premios los premiados si que acuden a recogerlo y la ceremonia llena los 1200 asientos del teatro de Harvard, para que después digan que los científicos no tienen sentido del humor.

Entre los galardonados este año destacamos:

En medicina, Brian Witcombe de Gloucester (UK) y Dan Meyer de Tennessee (USA) por un estudio sobre los efectos secundarios de tragar espadas. Ambos acudieron a recoger su premio.

En física, L. Mahadevan de la Universidad de Harvard (USA) y Enrique Cerda Villablanca de la Universidad de Santiago de Chile (Chile) por un estudio sobre cómo se arrugan las sábanas. Acudió el primero y la hermana del segundo a recoger el premio.

En biología, Dr. Johanna E.M.H. van Bronswijk de la Universidad de Tecnología de Eindhoven (Holanda), por un censo de los ácaros, arañas, crustáceos, bacterias, algas, helechos y hongos con los que compartimos la cama cada noche. Ella misma recogió el galardón.

En química se premió a la japonesa Mayu Yamamoto del Centro Internacional Médico de Japón por su método para extraer fragancia y sabor a vainilla de los excrementos de vaca. Ella misma recogió el premio y además una tienda local de helados creó para la ocasión un helado de vainilla con su nombre que fue presentado en el evento.

En lingüística se premió a Juan Manuel Toro, Josep B. Trobalon y Núria Sebastián-Gallés, de la Universitat de Barcelona por demostrar que las ratas a veces no entienden las diferencias entre una persona que habla japonés al revés y otra que habla flamenco al revés. No pudieron desplazarse a recoger el premio, pero enviaron un video dando las gracias.

En literatura se premió a Glenda Browne of Blaxland (Australia) sobre su estudio sobre la palabra “the” y los problemas que causa a las personas a la hora de ordenar alfabéticamente. La australiana acudió a recoger el premio.

En “paz” se premió al laboratorio de la fuerza aérea de Wright, Ohio (USA), por la investigación y desarrollo del arma química llamada “bomba gay” para provocar la homosexualidad en las líneas enemigas. Nadie fue a recoger el premio.

En nutrición se premió a Brian Wansink de Universidad de Cornell, por estudiar el apetito de las personas, al darles un plato de sopa sin fondo en el que nunca se acababa su contenido. Wansink, no solo acudió a la ceremonia sino que además hizo una demostración de cómo funcionaba su plato de sopa inacabable.

En economía el premió recayó en Kuo Cheng Hsieh de Taiwan, que en el 2001 patentó un invento que hacia caer una red sobre los atracadores de bancos. Se intentó contactar con el inventor, pero no ha sido posible y por ese motivo no acudió a la ceremonia.

En aviación el galardón fue para Patricia V. Agostino, Santiago A. Plano y Diego A. Golombek de la Universidad Nacional de Quilmas (Argentina), por su descubrimiento de que la Viagra ayuda a los hamsters a recuperarse del Jetlag. Diego A. Golombek asistió a la entrega del premio.


Sin duda toda una lección de lo amplia que es la ciencia. Ver para creer.